Lo sé, duele y mucho, y seguirá doliendo solo si te permites que así sea. No estás mal, créeme. El problema es que muchas veces le damos más tiempo del que debemos al llamado “duelo sentimental” porque inconscientemente creemos que esa persona se arrepentirá y regresará a nosotros pidiendo perdón. Y sí, puede que a muchos les suceda, pero hay que aprender a desprendernos de los sentimientos que colapsan todo en nuestra vida para así poder salir bien librados de una ruptura amorosa, sea que haya sido desastrosa o incluso la mejor.
1. Ármate de huevos y no le escribas No estés buscando ver desesperadamente su última conexión… Es más; borra su contacto. Si esa persona te eliminó de su vida, es necesario que también lo saques de la tuya a como dé lugar, así que hazlo, bórralo de tus contactos y bloquéalo también por WhatsApp.
2. Si están conectados en Facebook, no lo borres de golpe, solo deje de seguirlo. Con el tiempo, cuando te sientas bien, te darás cuenta que eres una persona totalmente nueva y una mejor versión de ti mismo.
Es posible que él te borre, pero que no quede en ti, y si no lo hace, él también verá ese cambio y sin duda se arrepentirá.
Pero ojo, tampoco te la pases de stalker espiando lo que hace o pública. Si no crees poder aguantar la tentación, es preferible que mejor lo elimines también de ahí.
3. No te arrastres ni le busques la cara. ¡Terminaron! No es un momento, no es un tiempo… es un adiós. Aprende, agradece y continúa.
4. Deja de idealizar a esa persona, no es el amor de tu vida, lo fue de tus días, pero nada más. Ya habrá quién valga la pena en todo sentido y créeme, esa persona no te va a dejar.
5. Te va a costar, te va a doler, vas a querer buscarlo todo el tiempo y ¿sabes qué es lo que va a perder? Tu dignidad. ¡Así que no! Mírate en un espejo, respétate y ámate que tú estás para más.
6. Prométete, júrate e implórate perdón a ti mismo. En su momento se disfrutó y ya, punto final, pero vienen nuevas cosas, nuevas historias y debes estar preparado más no destruido.
7. Levántate de donde te encuentras, arréglate, perfúmate y vuelve a brillar. Brilla a tu propia vida como solo tú sabes hacerlo y nadie más. El amor es para disfrutarse, pero cuando este se acaba, la vida continúa y por ende… la vida es para vivirse no para lamentarse y desperdiciarla por el tropiezo de un amor fallido.
8. Viaja, cuando tengas la oportunidad viaja al lugar que siempre has querido ir. Ve adonde tenían planeado viajar juntos. Eso será liberador y aprenderás que aunque los planes no siempre salen como uno quisiera, no significa que no puedas llevarlo a cabo y que estos no te vayan a sorprender porque de hecho… sí que lo hacen.
Así que recuerda algo muy importante, trillado pero cierto: “de un corazón roto nadie ha muerto,” ¡solo se ha transformado!
