Lo que pasó cuando dejé al chico que quería, del que creí estar enamorado, pero al que no amaba

Lo que pasó cuando dejé al chico que quería, del que creí estar enamorado, pero al que no amaba

“Necesitaba ser yo mismo y sentirme bien por eso”.

Nunca creí que necesitaría marcharme. Nunca esperé estar al lado de alguien y no sentirme bien por haberme convertido en alguien que no era. Nunca pensé que para encontrar mi felicidad tendría que dejar de lado a la persona que quería y que había pensado que me acompañaría siempre. Pero lo necesitaba. Algo andaba mal y no me hacía bien. Lo quería, claro, pero ya había dejado de quererme a mí mismo por tratar de complacerlo en todo.

Necesitaba más de mí y no me estaba dando cuenta. Me había postergado. Había dejado de hacer las cosas que me apasionaban por estar demasiado pendiente de que él fuera feliz. ¿Y yo? ¿Dónde quedaba mi felicidad? ¿Dónde quedaban mis sueños? Adoraba pasar tiempo con él, pero las cosas fueron decayendo de a poco y ya no me sentía bien conmigo mismo. Era como si alguien más viviera en mi cuerpo y tomara mis propias decisiones. Lo peor de todo era que, aunque no quería hacerle daño, siempre terminaba por agobiarme o molestarme por cualquier cosa, pues ya no disfrutaba de su compañía, y mucho menos de la mía.

Lo quería, claro, pero yo ya no me quería a mí mismo. Lo quería, pero no era suficiente. No podía amarlo, porque ese cariño que existió, ese romance infantil que nos unió, se convirtió en un cariño más vacío, frío. No existían las caricias, los juegos, la confianza. Solo miradas inseguras y preguntas sin respuestas.

Si él me quería, no lo sé, porque una vez que me marché de su lado volví a sentirme yo, en mi propio cuerpo, y olvidé casi todo lo que había vivido. Era como haber despertado de un largo sueño.

Probablemente le hice daño al haber terminado las cosas, o probablemente no. Quizá era lo que esperaba, o lo que necesitaba. Quizá se había dado cuenta de que mi mirada no era la misma, que mis manos ya no querían acariciarlo y que mis ganas ya se habían esfumado. Quizá por eso ahora ya encontró a alguien más y está siendo feliz, porque eso era lo que esperaba.

Lo quise, pero probablemente no era como lo esperaba. Yo ya no me quería, y eso era peor.

UA/2

Compartir

Written by:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *