7 cosas que suceden cuando una relación va progresando

7 cosas que suceden cuando una relación va progresando

El amor enloquece a las personas, o mejor dicho, la forma en la que las personas interpretan el amor las vuelve locas. Las cosas siempre parecen ser ideales al comienzo, e inevitablemente se vuelven más tranquilas en algún momento u otro, y eso es normal, pero es evidente que a raíz de eso, surjan cientos de dudas y cuestionamientos completamente comunes que todos tenemos una vez que nos comenzamos a establecer.

1. La fase de “luna de miel” nos da expectativas imposibles

El amor romántico es definitivamente una de las drogas más maravillosa que la vida nos entrega. Es sorprendente porque es natural, no requiere de un líquido, pastilla o polvo. El problema es que – como con todas las drogas – siempre hay un bajón. El amor es una montaña rusa, y cada parte alta de la pista es seguida por una bajada inevitable. Durante las etapas iniciales de una relación amorosa, constantemente experimentamos este aumento en escalada; pensamos más y más en nuestra media naranja y nos deleitamos en las olas de emoción que nos cubren.

Eventualmente ese sentimiento se vuelve normal. El problema es que creemos que esos sentimientos intensos son la definición del amor cuando, de hecho, no son ni siquiera la mitad de la historia.

2. Siempre habrá un momento en el que nos cuestionaremos si lo que sentimos es real o no

Las mentes humanas son increíblemente poderosas; controlan toda nuestra realidad, y el problema es que si bien somos nuestras mentes, de alguna forma perdemos el control de ellas – y, por lo tanto, perdemos el control de las realidades que vivimos. El amor es solo una versión de la realidad. Interpretamos la emoción que sentimos como amor. Nos permitimos abrirnos a otra persona y compartir con alguien que es básicamente un desconocido.

Permitimos que nuestra realidad romántica, llena de emociones, nos consuma, pero entonces… no sigue aumentando, desaparece el misterio y la novedad, y eso nos lleva a preguntarnos si la realidad que nos hemos construido es real o no. Lo gracioso es que nosotros somos quienes construimos esa realidad. Sin embargo, nos cuestionamos lo que nosotros mismos hemos diseñado.

3. Inevitablemente nos preguntamos si estamos estableciéndonos o solo conformando

El mundo nos ofrece un sinfín de posibilidades, y con ellas, una fuente siempre en aumento de opciones de parejas. Mientras más pequeño se hace el mundo, más opciones tenemos – en lo que se trata de encontrar una pareja – y más consideramos la posibilidad de estar cometiendo un error al estar enamorados de la persona de la cual estamos enamorados, y más posible se vuelve que las cosas se compliquen.

Debido a que la mente es un sistema que se perpetúa a sí mismo, el cuestionarnos el amor abre la posibilidad a que dejemos de estar enamorados. No es que el amor esté desvaneciéndose, es que seguimos buscando esa droga que sigue, y buscamos que su efecto sea incluso más grande que el anterior.

El segundo en el que consideras esa posibilidad de estar cometiendo un error al estar con la persona con la que estás, habrá peleas garantizadas.

4. La realidad se hace presente y nos damos cuenta de que nuestra pareja no es perfecta.

“El amor es ciego” – eso es algo que ciertamente ya has escuchado. Sin embargo, eso no es cierto. El amor verdadero no es ciego. Ve las imperfecciones, falencias, errores – y los aceptas. El amor romántico es la ilusión.

El amor romántico es impulsado completamente por la emoción – sentimientos que rara vez son de fiar. Verás, las emociones solas no hacen mucho por nosotros; es la forma en la que interpretamos esas emociones la que hace toda la diferencia. Una vez que te das cuenta de que la perfección que has construido en tu mente no es el equivalente a la persona con la que estás, puede ser extraño, pero el amor es mucho más que eso. De hecho, es poder encontrar lo lindo en esas imperfecciones y aceptarlas.

5. A veces nos cuesta aceptar que no somos perfectos

Es tonto, lo sé. Por supuesto que no somos perfectos. Claro que todos nos equivocamos. Somos todos imperfecciones caminantes, trabajos en progreso. Sabemos que no somos perfectos y sin embargo nos ponemos a la defensiva cuando nuestras parejas nos piden que hagamos unos pequeños cambios – para mejorar y hacer compromisos. El que te pidan que cambies algo para mejorar quién eres no significa que te amen menos.

6. Seguir siendo un “Yo” al estar en un “Nosotros” no es fácil

El motivo por el cual esto les cuesta tanto a las personas es que ambos quieren estar solos pero al mismo tiempo no quieren estarlo. Queremos nuestro espacio hasta que nos sentimos solos, y luego queremos compañía y amor. Honestamente, puedes tener ambos.

Entiéndete a ti mismo, entiende tus necesidades psicológicas y emocionales, entiende las de tu pareja y busca un equilibrio.

7. El amor se hace poco si no entiendes su naturaleza

Lo que yo entiendo por amor hoy es casi lo opuesto de lo que inicialmente creía que era. Cuando te enamoras, la intensidad de todo te lleva con la corriente. Es una experiencia tan única e increíble que comienzas a creer que existe fuera de ti. Comienzas a creer que no tienes el control, ni voz ni voto en ello. Escuchamos esa estupidez de “no decides de quien te enamoras” todo el tiempo. El amor no es más mágico que la física – simplemente sucede que la mayoría de la persona no lo entiende. Así que peleamos. Destruimos la hermosa cosa que tuvimos suerte de crear – ¿y para qué? ¿Para vivir un cuento de hadas que creemos que debe ser el amor?

Si crees que el amor es algo completamente de otro mundo, como lo cree la mayoría de las personas, el amor siempre se hará poco. Una y otra vez. Peor aún, serás herido una y otra vez hasta que ya no seas capaz de sentir dolor. Entonces no sentirás nada – una insensibilidad absoluta… y esa es la peor experiencia de todas.

UA/2

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