“Antes que nada, debemos partir del hecho irrefutable que debes aprender a amar a alguien con sus virtudes y defectos”.
Se cree, de manera equivocada, que si amas a alguien de inmediato todo saldrá bien, pero no es así. Todo tipo de relación requiere de esfuerzo y comprensión mutua, sobre todo si es una relación de pareja. El amor en sí, como única cosa, no es suficiente para que todo funcione.
Tienes que aplicar un ingrediente más: la aceptación. Entender a tu pareja y tener la capacidad de ponerse en sus zapatos para comprenderla y así evitar los conflictos por malos entendidos. Una vez que aceptas, automáticamente traes paz y puedes brindar felicidad y apoyo a quien más quieres, pero eso no significa que tengas que aceptarlo todo.
Es claro que hay cosas que no debes permitir, sobre todo si no te hacen sentir bien contigo mismo. No debes aceptar que te pasen a llevar, ni menos que traten de cambiar quién eres. Son aquellas cosas que te hacen feliz, que te inspiran, que te enorgullecen las que debes aceptar, siempre.
En tu pareja debes aceptar que no puedes cambiarla, en cambio, sí puedes ayudarle a mejorar. No esperes solucionar todos sus problemas y eliminar sus defectos, pues no pasará. En lugar de eso, comunícate de manera adecuada con tu chico y explícale qué cosas te molestan de su actitud y ayúdale a mejorarlas, eso es mucho mejor y demuestra aún más amor y comprensión.
Es decir, vamos chicos, él ya tuvo a alguien quien lo criara y no debes de tomar el papel de su protector, padre o madre porque muchas veces así sucede de manera inconsciente. Él es tu pareja, no tu hijo, es la persona con la que debes crear un entorno alegre, tranquilo y equitativo, no uno en donde la tensión siempre se base en regalos y exigencias.
Somos seres humanos, no somos perfectos. Nadie será exactamente igual a ti, ni se comportará de la misma forma, así que acepta las virtudes y, sobre todo, los defectos de quienes te rodean, en especial si se trata de tu pareja. Si no tiene los mismos códigos morales que tú, no significa que esté mal, simplemente es alguien diferente a ti y debes aceptarlo.
Acepta sus inconvenientes. Acepta la manera en la que te ama siempre y cuando te haga feliz. Acepta que tuvo experiencias distintas a las tuyas y enséñale a aceptar lo que tú has vivido. Enséñale a comprenderte pues de eso se trata el amor verdadero.
Acepta sus diferencias y errores, sus disculpas cuando note que hizo algo mal. Acepta su petición, pues perdonar es de almas grandes y tú te estás convirtiendo en una. Enséñale, al mismo tiempo, a que te respete y acepte esos errores y defectos que tienes, y que te perdone cada vez que tengas el coraje de pedírselo.
Acepta que todos tienen un pasado, al igual que tú, pero es más importante el presente que estás viviendo y el futuro que estás formando. Entiende que él no puede leer tu mente y hazle entender que tú tampoco puedes leer la suya, así que comuníquense ante cualquier cosa pues la comunicación y la confianza son bases importantes del amor.
Acepta que tú también te equivocas, que no eres perfecto y tienes muchas cosas que aprender. Abre tu corazón y tu mente y permítete aprender de las experiencias que te va entregando la vida y acepta a quienes más te aman con todo lo que eso conlleve, pues sólo así lograrás que esa relación que tanto anhelas sea duradera.
